lunes, 10 de septiembre de 2007

UN SENTIMIENTO PRIVILEGIADO

Era una mañana fría, en el abarrotado vagón del tren de camino a la estación de Atocha, 8.15 h, los rostros de la gente dormidos, con mal humor, pesadas ojeras...
Personas cabizbajas en sus asientos, aprovechan los minutos hasta llegar a su parada para dar una cabezadita, otros leen el periódico desganados, otros miran por la ventana...

Sin embargo hay algo que destaca sobre el resto, hay un chaval con el rostro despejado, el ánimo vivo, alegre, con sangre en las venas, soltando carcajadas, que resuenan como ecos, sin que le importe ser observado, inmerso en su mundo.
La gente le mira curioseando qué es lo que provoca ese ánimo en el muchacho -¿será alguna broma por la radio? ... ¿estará leyendo algún chiste? ... ¿se habrá chutado algo?-

Un viajero se fija en que está leyendo algo... ¡un libro! Al instante suena por la megafonía, “Próxima parada: Pirámides, correspondencia con...” Repentinamente, el joven cierra el libro, levanta el rostro, pone un gesto serio, divisa el arcén estupefacto como si de un santuario se tratara, pasan varios segundos, y de repente sonríe, como un niño le sonríe a su madre; abre el libro y continúa leyendo.

El joven, buceando en sus pensamientos y en su lectura, saca su cuaderno blanco, y va copiando del libro una serie de frases. A su izquierda, un señor robusto con la mirada penetrante y el rostro enfadado, vestido como un alto ejecutivo con su maletín, se asoma a la libreta del chico, y consigue leer entre apuntes y fórmulas matemáticas una frase escrita en tinta roja...

“si te quieres suicidar,
no te tires del viaducto
hazte socio del Atleti
y morirás a disgustos.”


El hombre se quedó perplejo y se empezó a descojonar por dentro como si le hubiera dado un ataque de risa, mostró una sonrisa cómplice al muchacho, y estuvo el resto del trayecto con esa chispa de alegría en el cuerpo, con una disimulada sonrisa.

Aquel día perdí la vergüenza, y me sentí orgulloso de ser Atlético. Esa mañana me encontraba en el tren leyendo “EL ATLÉTICO DE MADRID, LA EXALTACIÓN DEL DESCONCIERTO”, libro escrito por José Luís Codes Anguita. 130 páginas de historia rojiblanca intercaladas con caladas de humor y sarcasmo.

En él, el autor trata temas como la historia del club, datos de interés de los 104 años de la entidad colchonera, análisis de sus seguidores, su vivencia del Atlético, el Antimadridismo y más temas muy adictivos, que hacen que te comas el libro en un día.

Me sentía orgulloso de que la gente supiera que soy atlético, se notaba a la vista por la llamativa portada, y sentía como si la gente me mirara con envidia de entender la “filosofía” colchonera, y pasármelo como un enano por ello. Personalmente os recomiendo el libro, ya que nunca he disfrutado tanto leyendo.

Para finalizar os deleito con esta otra increíble frase del libro:

- Hombre de bien: “¡No te arrojes! ¡Espera! ¡Piensa que nunca más verás a tu familia!”
- Suicida: “¡Soy soltero! ¡No tengo a nadie!”
- Hombre de bien: “¡Detente! ¡No seas loco! ¡Podrás disfrutar del amor...!”
- Suicida: “¡Ninguna mujer me quiere!”
- Hombre de bien: “¡No te tires! ¡Podrás disfrutar de los amigos!”
- Suicida: “¡No los tengo!”
- Hombre de bien: “¡Podrás disfrutar de los goles de Caminero!”
- Suicida: “¡Paso de caminero! ¡Yo soy del Real Madrid!”
- Hombre de bien: “¡¿Qué eres madridista?! Pues, entonces, ¡¡tírate de una puñetera vez!!”

Esta entrada va dedicada a todas aquellas personas que no encuentran sentido al Atlético de Madrid, a las que sí lo encuentran pero se desesperan por ello, y a las que hallan pasado un mal día, para que se vallan a la cama con una sonrisa. Todos unidos por el deporte, todos unidos por el fútbol.