UN ESTRENO POCO CONVINCENTE

El Atlético de Madrid no acaba de convencer. Ni punto de comparación con respecto al año pasado, pero todavía falta rematar las ideas, que al menos este año las hay.

El partido comenzó con un penalti sobre el Kun Agüero que se comió el colegiado cántabro Teixeira Vitienes, que no tuvo su día y se dedicó a entorpecer el juego del atlético. Tras el penalti no pitado minutos después tendría lugar otra pifia por parte del asistente: Falta al kun al borde del área en la que no se fracturó el brazo de milagro e incomprensiblemente amonestó al mismo con tarjeta amarilla. Esperemos que la apelen y se la retiren.

El partido continuó con una embestida del Mallorca que no supo definir Güiza. El equipo colchonero contestó con varios ataques pero no logró penetrar hasta el final; cabe destacar una falta directa de Simaö por la escuadra pero que lamentablemente no consiguió batir al cancerbero del conjunto mallorquín. En el minuto 18 Güiza remató una contra a pase magistral de Jonás, y esa fue la última opción clara del Mallorca en la primera parte, y prácticamente en todo el partido.

El Atleti parecía embobado por ese gol y a partir de entonces comenzó un juego en ataque constante, pero poco efectivo. Maxi envió una falta desde 22 metros al larguero, que nos dejó a todos los indios con la miel en los labios. El atlético marchaba a trompicones y no supo aprovechar sus llegadas. Se quedaba presionado por el Mallorca en el medio del campo a falta de fútbol, llegando al área mediante balones largos, pero no siendo aprovechados por los delanteros rojiblancos (algo verdes los puntas en este choque). El Mallorca intentaba responder con su juego a la contra, pero la zaga defensiva se hallaba más estable que en los primeros minutos.

Tras el descanso la tónica de los de Aguirre fue la misma, superando a los de Manzano en posesión y juego. Aguirre, desesperado, cambió a Seitaridis por Reyes, dejando 3 defensas y retrasando a Raúl García, y más tarde a Simaö por Luis García, poniendo todas sus cartas sobre el tablero de juego.

Agüero tuvo un juego hábil pero no recaló mucho sobre el área chica del Mallorca, y Forlán no tuvo su noche fallando dos ocasiones claras. Curiosamente el que más dudas había generado la temporada pasada fue el que puso el broche al trabajo merecido. Pernía marcó con la zurda un buen disparo a escasos 15 metros de la portería de Moyá que besó la red de los mallorquines empatando el encuentro. Qué menos que un empate para un partido de dominio Atlético, pero con bajadas de pantalones de los rojiblancos que el Mallorca supo aprovechar.

Un puntito al contador de los de Aguirre, como resultado justo de un encuentro en el que los colchoneros no supieron dar la talla.
Consta detallar la disculpa de Pernía tras finalizar el partido, ante los micrófonos de “Canal +”, a los aficionados rojiblancos tras su polémico gesto de celebración del gol.
Chapó a Pernía por las declaraciones, por su gol, y por su renacimiento al buen fútbol.

Esperemos que el equipo recapacite en este parón de 15 días y reaparezca con el espirítu fortalecido y lleno de autoconfianza, que es lo que realmente más necesita.